A clase con mindfulness

La denominada atención plena es una técnica derivada de las tradiciones budistas, en los últimos años más popularizada en Occidente como Mindfulness. Fue el médico Jon Kabat-Zinn, de la Universidad de Massachusetts, quien en 1978 comenzó a usar estas técnicas con pacientes que sufrían estrés crónico. Desde entonces, el Mindfulness se aplica a distintos ámbitos como el laboral o el educativo.

En su trasposición al aula, el Mindfulness se ha revelado como un conjunto de habilidades que ayudan a mantener una mejor salud mental, un bienestar general que trae consigo numerosos beneficios para los alumnos:

• Mejora el autocontrol en los niños
• Alivia su estrés
• Proporciona una mayor concentración, algo muy importante en el momento actual donde los niños están rodeados de estímulos todo el tiempo.
• Mejora las habilidades para tomar decisiones
• Mejora el desarrollo de competencias matemáticas
• También sirve para combatir el bullying, por cómo incide en la compasión.

En el contexto educativo, el Mindfulness también se ha puesto en práctica en muchos colegios e institutos. Una muestra de ello ese el Programa Aulas Felices de Aragón, el Programa Treva de Cataluña y el Programa Escuelas Conscientes de la Comunidad Valenciana, entre otros.

Igualmente para el profesorado, el Mindfulness ha demostrado proporcionar grandes mejoras: no solo fomenta el equilibrio emocional, la autoestima y reduce el estrés, también aumenta la receptividad ante las necesidades de los alumnos y por ello, el clima del aula.

Para ayudar en la puesta en práctica de este sistema a los profesores que quieran acercarse a él, la Biblioteca de Educación cuenta con algunas obras de reciente publicación en este ámbito:

Así, contamos con Mindfulness para enseñar y aprender: estrategias prácticas para maestros y educadores , donde se muestra cómo enseñar con atención plena y enseñar la atención plena son dos caras de una misma moneda: lo fundamental es dar ejemplo de lo que se enseña.

Si queréis ejemplos que apoyen la puesta en práctica de estas técnicas, podéis acudir a Ejercicios de mindfulness en el aula : 100 ideas prácticas ,un recopilatorio de ideas referidas a a la respiración, a la meditación, al yoga, a la relajación, y a la inteligencia emocional.

Otro libro práctico que ofrece un rico panorama de métodos y opciones no sólo para implementar los programas, sino también para evaluarlos es Bienestar emocional y mindfulness en la educación . Algunos de los programas estudiados son “Aulas felices”, “Treva”, “Crecer respirando”, “Escuelas despiertas” o “Mymind”.

Por último, Pensando las emociones con atención plena: programa de intervención para Educación Infantil y Pensando las emociones con atención plena: programa de intervención para Educación Primaria propone el uso combinado de la filosofía para niños y las técnicas de atención plena, dos formas complementarias de trabajar las competencias emocionales. Con la primera se insta a reflexionar sobre las experiencias mediante el lenguaje y con la segunda, se enseña a prestar especial atención a las emociones y sensaciones corporales.

Las intervenciones basadas en atención plena en el ámbito educativo, surgen para dotar a los más jóvenes de habilidades para gestionar el estrés y mejorar en general sus habilidades socioemocionales, cognitivas y comportamentales pero no hay que olvidar que el poder de la atención plena yace en el hecho de practicarla y aplicarla. El éxito de estos programas reside en su práctica a largo plazo, tanto en estudiantes como profesorado.