02/10/2023
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Diversos estudios realizados en los últimos años aseguran que el uso de pantallas produce retrasos en el lenguaje de los niños, disminuyendo su capacidad para hablar, leer y escribir. Además, puede influir en problemas de conducta, obesidad, depresión infantil y limita la capacidad de aprender. Ante el uso abusivo de los dispositivos tecnológicos, algunas organizaciones de infancia y de protección de usuarios de Internet han reclamado un Pacto de Estado para proteger a los menores de los riesgos de Internet y las redes sociales que, entre otras medidas, limite el uso de móviles y pantallas en la escuela. Aunque el problema comienza mucho antes del inicio escolar. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños menores de dos años no pasen tiempo ante una pantalla y los mayores de esta edad (3-4 años) no deberían sobrepasar la hora de exposición.
La obra Infancia y pantallas: evidencias actuales y métodos de análisis recoge estudios que demuestran que, antes de los dos años, el 80,3% de los niños y niñas ya miraba la televisión y el 37,4% utilizaba dispositivos móviles. Esto puede implicar que los niños y niñas pequeños presenten dificultades para transferir la información de la pantalla al mundo real. En las diversas investigaciones que presenta expone la necesidad de que las 100.000 aplicaciones catalogadas como «educativas» destinadas a niños y niñas menores de seis años sean realmente lo sean, y también incide en el necesario acompañamiento de los adultos para guiar en el aprendizaje a través de la tecnología.
Rafa Guerrero, en El cerebro infantil y adolescente: claves y secretos de la neuroeducación , advierte que un uso abusivo de cualquier dispositivo electrónico (móvil, tableta, televisión, ordenadores, videoconsolas, etc.) puede tener las siguientes consecuencias:
Y propone pasar más horas en contacto con entornos naturales, salir al campo y estar al aire libre con otras personas.
El libro La capacidad cerebral en la primera infancia: cómo lograr un desarrollo óptimo expone que la explosión de la tecnología está alterando profundamente la evolución de nuestros cerebros. Por una parte, fortalece nuevas vías neuronales, y por otra, debilita vías antiguas. En el lado positivo, la tecnología está mejorando algunas habilidades cognitivas, como la capacidad de reaccionar más rápidamente a estímulos visuales y la destreza de captar imágenes en visión periférica. En el lado negativo, provoca una atención parcial continua, es decir, que se mantiene una atención limitada a muchas cosas a la vez, pero sin centrarse verdaderamente en ninguna. Si el tiempo de conexión a dispositivos digitales es excesivo, hace que las personas se sientan fatigadas, irritables y distraídas. Además, distancia a las personas de ciertas destrezas sociales. Esta obra apuesta por no utiliza pantallas en niños menores de dos años y en edades mayores, utilizar las pantallas como ayuda para aprender canciones y cuentos y después dedicar tiempo a hablar, cantar, leer, escuchar música y jugar con los pequeños, ya que los niños aprenden haciendo: corriendo, construyendo con bloques, disfrazándose, haciendo puzles, pintando, etc.
El artículo Impacto del uso de pantallas en edades tempranas tras realizar una revisión de la literatura científica sobre este tema, concluye que se ha demostrado que los niños menores de 2 años necesitan exploración práctica e interacción social con cuidadores de confianza para desarrollar sus habilidades cognitivas, lingüísticas, motoras y socioemocionales. Debido a sus inmaduras habilidades simbólicas, de memoria y de atención, los bebés y niños pequeños no pueden aprender de los medios digitales tradicionales como lo hacen de las interacciones con los cuidadores. Por ello, no se recomiendan dispositivos para el aprendizaje, ya que no resultan eficaces y la evidencia de beneficios es muy limitada.
Estos estudios y recomendaciones demuestran, que aunque actualmente nuestra sociedad utilice masivamente los dispositivos y medios digitales, es importante que los adultos limiten y supervisen el uso de la tecnología en niños y adolescentes.