30/06/2022
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Hoy, 30 de junio, se celebra el Día Mundial de las Redes Sociales, para conmemorar el gran avance de comunicación y entretenimiento que esta nueva forma de relacionarse ha supuesto para todos.
Las redes sociales han irrumpido en los últimos años haciéndose presentes en las actividades de la vida cotidiana de buena parte de la población. Entre los jóvenes, en particular, su uso se ha disparado en lo que a relaciones interpersonales y tiempo de ocio se refiere. El reto que se plantea actualmente, es que ese uso habitual trascienda el ámbito personal y se extienda más en el entorno académico y como herramienta de aprendizaje.
En Social media in higher education : case studies, reflections and analysis diversos expertos analizan las muchas formas en que las redes sociales pueden usarse para mejorar la enseñanza y el aprendizaje, la investigación, la práctica profesional, el liderazgo, la creación de redes y el desarrollo profesional. El impacto de las redes sociales se evalúa críticamente, teniendo en cuenta los beneficios y los problemas del uso de estas nuevas formas de comunicación digital.
El paradigma educativo actual está cambiando el modelo de enseñanza con la mirada puesta en la conectividad que ofrece la tecnología. Podemos acceder a varios ejemplos de experiencias en este sentido recogidos en Enfoques y experiencias de innovación educativa con TIC en educación superior . En este compendio, las tecnologías adquieren una función indispensable, giran alrededor del uso de entornos de aprendizaje, materiales y recursos, herramientas web 2.0 y redes sociales.
No hay que olvidar cómo y por qué las propias instituciones de educación superior deben estar presentes en las redes sociales. Esta línea es la que se expone en el portal Universia, en su texto ¿Para qué sirven las redes sociales en la universidad?
Finalmente y para completar este acercamiento al uso de las redes sociales en el contexto universitario, no queremos dejar de recomendar este artículo de Patricia Abelairas-Etxebarria y Jon Mentxaka en el que se recogen las opiniones de los propios estudiantes, analizando primero cómo las utilizan y en segundo lugar, valorando las posibilidades futuras que tienen como herramientas de estudio.