Propuestas para reducir el abandono escolar temprano

La última encuesta de población activa publicada por el Instituto Nacional de Estadística revela que el abandono educativo temprano se mantuvo estable en 2022 con un 13,9% de personas de 18 a 24 años que no había completado la segunda etapa de Educación Secundaria (FP de Grado Medio, Básica o Bachillerato) y no seguía ningún tipo de formación. Desde 2012, esta tasa en España ha disminuido casi 11 puntos, pasando del 24,7% al 13,9%, pero aun así sigue siendo una de las más elevadas de Europa y se sitúa por encima de la meta del 9% fijada por la Comisión Europea.

La obra Disminuir el abandono escolar y mejorar la persistencia clasifica los motivos que llevan a los jóvenes a abandonar los estudios en los siguientes grupos:

• Factores personales y psicológicos: problemas conductuales, dificultades de aprendizaje, baja autoestima, problemas de salud, ansiedad, etc.
• Factores vinculados a las características sociales y educativas de las familias: dificultades económicas, precariedad laboral, movilidad residencial, baja implicación parental o sobreprotección.
• Factores relacionados con el sistema escolar: prácticas pedagógicas y organizativas, currículo, relación con el profesorado, adaptación a la diversidad del alumnado, formas de solución de conflictos, normas de funcionamiento, plan de convivencia y clima escolar.

Basándose en este tipo de factores, el libro Prevención del fracaso académico y del abandono escolar , establece un perfil de estudiante con más probabilidades de abandonar los estudios. Serían los estudiantes de sexo masculino, con discapacidad, inmigrantes, con orientaciones sexuales LGTB, con madres que solo hayan completado la Primaria como nivel de estudios, y en situación de vulnerabilidad por carecer de recursos económicos.

Y en cuanto a las consecuencias, el informe Mapa del abandono educativo temprano en España , destaca que las personas que abandonan los estudios de manera temprana:

• Tienen peores empleos.
• Sufren más la temporalidad y reciben salarios menores.
• Sufren más el paro y tardan más tiempo en salir de él.
• En situaciones de crisis su situación laboral se deteriora mucho.

Para ayudar a reducir la tasa de abandono escolar temprano, tal y como se expone en Abandono escolar temprano: perspectivas jurídica y comparada , la Comisión Europea ha identificado para España las siguientes prioridades en inversión en educación:

• Mejorar la calidad y la relevancia en el mercado laboral de la educación y la formación.
• Apoyar la educación y formación de calidad e inclusiva.
• Fomentar oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos a través de la mejora de las cifras de acceso en todos los niveles de formación, la adquisición de competencias clave, incluidas las digitales, el impulso de la FP, la mejora de la carrera de los profesores y la inversión en infraestructuras educativas.

Estas prioridades junto a la preocupación por el abandono académico han llevado a nuestro país a elaborar un documento que reúne las Propuestas para un plan de acción para reducir el abandono escolar temprano en España . Las recomendaciones se centran en cinco áreas:

1. Establecer un enfoque común para identificar los «centros vulnerables» y orientar los recursos: propone el desarrollo de un «índice de vulnerabilidad escolar» común a todas las CCAA para asignar más recursos a los centros con más estudiantes vulnerables.
2. Desarrollar la capacidad del profesorado para prestar apoyo a los alumnos diversos, fomentar la inclusión y el bienestar, y prevenir el abandono escolar temprano: incide en la formación inicial del profesorado, con el fin de prepararlo mejor para gestionar la diversidad y garantizar prácticas de evaluación inclusivas, teniendo en cuenta sus capacidades socioemocionales.
3. Promover intervenciones a nivel escolar y comunitario para apoyar a los alumnos diversos y fomentar la inclusión y la equidad: consistiría en acciones como adaptar los recursos para atender las necesidades individuales de aprendizaje, reducir las tasas de repetición de curso, limitar la segregación escolar, reforzar la orientación escolar y profesional, ampliar el acceso a una educación infantil de calidad y fortalecer la colaboración entre los centros, los progenitores y las comunidades locales.
4. Seguir fomentando la flexibilidad curricular, una formación profesional atractiva y de calidad y los programas de reincorporación escolar: se apuesta por poner en práctica estrategias pedagógicas alternativas o complementarias, como la enseñanza en equipo o el aprendizaje en línea, armonizar mejor la oferta de la FP con las necesidades reales del mercado laboral y promover la educación para adultos y de segunda oportunidad.
5. Fomentar e institucionalizar la colaboración y el intercambio de conocimientos a escala nacional sobre «aquello que da resultado»: mediante la organización de reuniones periódicas y la creación de una plataforma digital para respaldar la planificación, el seguimiento y la evaluación en todos los niveles del sistema.

Estas propuestas esperan contribuir a reducir el abandono prematuro de los estudios y mejorar la inclusión social y laboral en el futuro para alcanzar un mayor desarrollo tanto individual como global y económico en nuestra sociedad.