El Plan PROA (Plan de Refuerzo, Orientación y Apoyo), destinado a los centros de Educación Primaria y Secundaria, fue concebido como un Programa de Cooperación Territorial entre el Ministerio de Educación y Formación Profesional y las Comunidades Autónomas.
Su finalidad era apoyar a los centros educativos que atienden a un número significativo de alumnos y alumnas en situación de desventaja socioeducativa, normalmente asociada a un entorno familiar y social con carencias culturales que impiden el apoyo deseable, para mejorar la calidad educativa y los resultados escolares por medio de programas y actuaciones que se realizaban en colegios e institutos.
Este plan se inició en el primer semestre de 2005 y hasta el año 2011 fue evolucionando de manera muy positiva, ya que aumentó el número de centros participantes y mejoraron los resultados de los mismos. Tuvo como objetivos estratégicos lograr el acceso a una educación de calidad para todos, enriquecer el entorno educativo e implicar a la comunidad local. Para ello se ofrecieron recursos a los centros educativos con el fin de que, junto a los demás actores de la educación, trabajasen en una doble dirección: contribuir a debilitar los factores generadores de la desigualdad y garantizar la atención a los colectivos más vulnerables para mejorar su formación y prevenir los riesgos de exclusión social.
El Plan PROA se estructuraba en dos tipos de programas:
Se desarrolló en centros de primaria y en centros de secundaria. Monitores/as acompañantes o profesores/as del propio centro proporcionaban apoyo, en pequeños grupos y en horario extraescolar, a alumnos y alumnas que presentaban dificultades y problemas en el aprendizaje.
En los centros de primaria el destinatario fue el alumnado de los dos últimos ciclos seleccionado por el tutor/a (Gráfico 1).
Gráfico 1. Elaboración propia. Fuente: Evaluación PROA
En el caso de los Institutos de Educación Secundaria, el apoyo iba dirigido a alumnos y alumnas de cualquier curso de secundaria seleccionados por el equipo de profesores/as y por el tutor/a. (Gráfico 2).
Gráfico 2. Elaboración propia. Fuente: Evaluación Proa
Su finalidad es la mejora global de los centros de secundaria en los que se aplicó, seleccionados por encontrarse en entornos difíciles y con una proporción elevada de alumnado con perspectivas educativas muy bajas. Se desarrollaron un conjunto de actuaciones que incidían en el ámbito escolar, familiar y del entorno. La aportación de recursos complementarios a estos centros permitió que estableciesen nuevos procedimientos de organización y funcionamiento para mejorar su situación (Gráfico 3).
Gráfico 3. Elaboración propia. Fuente: Evaluación Proa
Desde el inicio de sus actuaciones, el Plan PROA fue sometido a evaluación, adecuando los indicadores al incremento de centros participantes. Fue a partir del curso 2008/2009 cuando se cuenta con resultados consolidados y perspectiva histórica de su implementación. En la comparación con otros indicadores educativos puede inferirse que tuvo alguna aportación en la mejora de dichos indicadores (Gráfico 4).
Gráfico 4. Elaboración propia. Fuentes: INE, Evaluación PROA y FIDEAS
El plan PROA tuvo una financiación de 500 millones de euros desde 2005 a 2011.