17/06/2021
Actualidad
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Revertir la sequía y la desertificación es esencial para luchar contra el cambio climático, contra otras catástrofes medioambientales, así como para proteger la economía y alinearse con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El suelo agrícola sobreexplotado, la silvicultura, las materias primas, las vías de comunicación o las construcciones afectan y alteran la cobertera terrestre y el suelo, que son esenciales para mitigar los efectos del cambio climático. Conservar los espacios naturales contribuye a frenar fenómenos climáticos extremos, incendios forestales y zoonosis.
El 17 de junio se celebra el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Este año se hace hincapié en la importancia de la restauración de tierras degradadas para contribuir, según afirma Naciones Unidas, «a la resiliencia económica, a la creación de empleo, al aumento de los ingresos y a una mayor seguridad alimentaria». El suelo «ayuda a recuperar la biodiversidad; permite capturar el carbono atmosférico que calienta la Tierra, disminuyendo así el efecto del cambio climático. Asimismo, puede reducir los impactos del cambio climático y favorecer una recuperación verde de la pandemia de COVID-19».
Con objeto de esta celebración, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) propone actividades y materiales diversos para tomar partido por esta iniciativa que también guarda estrecha relación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en especial con el ODS 15 «Vida de los Ecosistemas Terrestres».
Cambiar de rumbo y buscar nuevas soluciones compartidas con la colaboración de la sociedad, del conocimiento científico y el sector económico será decisivo para recuperar el medio natural y construir entre todos y todas, un futuro mejor.
Se puede seguir el evento en redes utilizando las etiquetas #DesertificationAndDroughtDay y #RestorationLandRecovery.