Este capítulo subraya la importancia de las políticas de financiación, describe los principales avances para la financiación educativa y explica los términos y conceptos empleados en todo el informe. Las políticas de financiación educativa bien concebidas son muy importantes para alcanzar los objetivos de calidad, equidad y eficiencia. Aunque el nivel global de la financiación es relevante, lo son igualmente las estrategias seguidas para su distribución. Dado que los países intentan fomentar el rendimiento de todos los estudiantes y proporcionar oportunidades de aprendizaje más equitativas para los diferentes grupos, la atención se ha centrado en garantizar que los recursos se dirijan a áreas en las que se pueden lograr mejoras significativas en los resultados de enseñanza y aprendizaje.
Otro factor relevante es reconocer que la búsqueda de la eficiencia y la equidad pueden ir de la mano al abordar la distribución de recursos. Garantizar el acceso a una educación de calidad desde una edad temprana para alumnos con diferentes necesidades y procedencias, por ejemplo, podría ser un medio para reducir las ineficiencias sistémicas.