ACCIÓN CLIMÁTICA. COP 25

La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) es el principal acuerdo internacional sobre acción por el clima. Fue uno de los convenios adoptados en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río en 1992. Hasta la fecha ha sido ratificada por 197 países. Se inició como medio de colaboración de los países para limitar el aumento de la temperatura mundial y el cambio climático y hacer frente a sus consecuencias.

La edición número 25 de la Cumbre del Clima (COP 25) que acoge Madrid desde el 2 hasta el 13 de diciembre tiene por objetivo avanzar en la implementación de los acuerdos que se han determinado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio climático, marco en el que se establecen las obligaciones específicas de todas las 197 Partes para combatir el cambio climático.

El cumplimiento de la acción climática y el desarrollo sostenible de manera integrada y coherente ofrece el enfoque más sólido para permitir a los países alcanzar sus objetivos de manera eficiente y rápida en virtud del Acuerdo de París, que entró en vigor en noviembre de 2016, y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

La Convención enfatiza, entre otros temas, en la necesidad de educar a las personas sobre el cambio climático. En concreto, su Artículo 6 y el Artículo 12 del Acuerdo de París quedan conceptualizados bajo el mismo término de Acción para el empoderamiento climático (Action for Climate Empowerment, ACE) con el objetivo de capacitar a todos los miembros de la sociedad para que participen en la acción climática. Por ello, insta a los gobiernos a educar, empoderar e involucrar a todos los agentes para desarrollar programas educativos y de capacitación. Actualmente, se realiza su seguimiento a través del Programa de trabajo DOHA (DWP). Este solicita a los países, por un lado, que integren actividades relevantes en los programas y estrategias existentes de adaptación y mitigación del cambio climático y, por otro, que nombren un Punto Focal Nacional (PFN) para coordinar estos esfuerzos. En España, el PFN es el Ministerio de Transición Ecológica.

Para lograr la implementación de la Acción, la Convención ofrece una serie de pautas muy útiles, no solo para los Gobiernos sino también para miembros de la sociedad civil y otras organizaciones que buscan medios para abordar el cambio climático. En el documento se ofrecen ejemplos de actividades que podrían ser parte de las acciones de una estrategia nacional. Algunas de ellas buscan promover y mejorar la inclusión del cambio climático en los programas escolares en todos los niveles y en todas las disciplinas. Tal y como se explica en el documento, se pueden desarrollar materiales y promover la capacitación de docentes centrada en el cambio climático a nivel regional e internacional, según corresponda; buscar oportunidades para difundir ampliamente información sobre el cambio climático o fomentar la participación pública para la formulación e implementación de esfuerzos.

Igualmente, se ofrecen buenas prácticas y ofrecen la posibilidad de que una buena práctica sobre acción climática sea publicada en la web de la Convención.

En España, se ha ido trabajando en la Educación Ambiental (ED) desde hace más de 30 años. Un documento de referencia es el Libro Blanco de la Educación Ambiental elaborado en 1999 con el objetivo de promover, desarrollar e impulsar propuestas para que la educación ambiental contribuya a la prevención y resolución de problemas ambientales.

Un ejemplo de buenas prácticas en educación ambiental es el Programa ALDEA, programa coordinado por la Consejería de Educación y la Consejería de Medioambiente de Andalucía que se creó en 1990 con el objetivo de integrar dicha educación en los centros educativos. El último Dossier Informativo “ALDEA, Programa de Educación Ambiental para la Comunidad Educativa” 2018/2019 refleja las líneas de intervención que pueden desarrollar los centros educativos como son: Educación Ambiental e investigación participativas; ED sobre sostenibilidad y cambio global; ED para la conservación de la biodiversidad y, por último, ED en los Espacios Naturales. La propia Consejería de Educación propone una serie de proyectos como el Proyecto Recapacicla, Proyecto Terral o el Proyecto Ecohuerto con una serie de actividades.

Se puede acceder a los programas y proyectos de las administraciones autonómicas en la página del Ministerio de Transición Ecológica de programas educativos de Educación Ambiental.

Igualmente, no solo son las administraciones educativas las que proponen trabajar la Educación Ambiental, sino que también son numerosos los centros educativos que desarrollan, dentro de su autonomía, proyectos educativos basados en este tema.