Enseñanza de la caligrafía o el arte de escribir

Si la escritura puede definirse como el sistema de signos (letras) utilizados para expresar ideas, la caligrafía sería el arte de escribir esas letras de manera bella y correctamente formadas. El origen de la escritura en la península ibérica se sitúa hacia los siglos VIII-IX a. C. con la llegada de los fenicios y la aparición de su alfabeto, sin embargo, el mayor desarrollo de las formas de las letras como un arte evoluciona en España de la mano de los monjes que copiaban manuscritos con una caligrafía exquisita siguiendo el formato y reglas del momento. Esto perduró durante toda la Edad Media, en la que la escritura se destinaba también a algunos escritos burocráticos.

Según la tesis doctoral La enseñanza de la caligrafía en España a través de los Artes de Escribir de los siglos XVI al XX: la construcción de un estilo de escritura , es a partir de la Edad Moderna cuando comienza el verdadero interés por la caligrafía con la aparición de los primeros manuales de escritura en España en el siglo XVI, momento en el que la proliferación de universidades, la creación de instituciones administrativas, la llegada de la imprenta y una mayor alfabetización de la población hicieron que la escritura fuese más necesaria y apareciesen diferentes estilos de letras. En esta época los jesuitas, a través de los denominados maestros coadjutores, hicieron un gran esfuerzo por enseñar a leer y escribir a los niños. La escritura se impartía en lo que se denominaba la enseñanza de las primeras letras, que consistía en la educación elemental que se daba a los niños a partir de los seis años aprendiendo a leer y escribir, contar, alguna regla aritmética y por supuesto la doctrina cristiana. En los siglos XVI y XVII comenzaron a proliferar la publicación de los tratados de caligrafía o artes de escribir, como se denominaba a estos manuales, y a reconocerse figuras importantes en este arte. Fueron precisamente dos de estos calígrafos, José de casanova y Felipe Zabala quienes en 1642 fundaron la Hermandad de San Casiano, patrón de los calígrafos. Esta hermandad dirigió la enseñanza de las primeras letras y el acceso a la profesión docente; también transformaron muchos manuales de escritura en libros de texto. La hermandad desapareció a finales del siglo XVIII siendo sustituida por diferentes instituciones que fueron heredando y transformando sus funciones.

Con esta proliferación de expertos y textos sobre la materia se establecieron también diferentes métodos para la enseñanza de la escritura. En pleno siglo XVIII había defensores del método de Francisco Javier de Santiago Palomares, basado en la copia de muestras, que reivindicaban la naturaleza artística de esta disciplina frente al método de José de Anduaga y Garimberti que defendía el aprendizaje de la caligrafía mediante reglas teóricas, en detrimento de la estética. En el siglo XIX se declaró obligatorio en las escuelas el método de José Francisco de Iturzaeta, caracterizado por trazos rectos y exactitud de las curvas. Los niños además contaban con cartillas o abecedarios, cuadernos impresos con alfabetos y ejemplos para la práctica de la escritura.

En nuestra biblioteca disponemos de algunos métodos y tratados sobre esta materia:

La obra Caligrafía española o nuevo método de enseñar a escribir la letra bastarda con facilidad, elegancia y prontitud de Manuel Villegas Alcaraz se basaba en la experiencia docente del autor. En este manual recogía aspectos tales como la posición del cuerpo y el papel, la formación de trazos y curvas, las diferentes tintas incluyendo una receta para su elaboración y una serie de principios para escribir las letras.

El muestrario caligráfico: nuevo método teórico-práctico, gradual y ordenado incluía nociones de geometría, una reseña sobre los sistemas de enseñanza, un tratado de caligrafía, los instrumentos para la práctica, el origen de los alfabetos, la descripción de los géneros de letra que comprendía, las particularidades entre letras impresas y manuscritas y el modo de coger y manejar la pluma según el tipo de letra que se deseara hacer.

Con estas muestras vemos como en el siglo XIX la caligrafía había gozado de gran relevancia siendo una asignatura propia de los planes de estudio. Sin embargo, durante el siglo XX fue menguando y dejando el protagonismo a la correcta ortografía para desaparecer del currículo de manera definitiva en 1938.

Actualmente, la escritura se enseña en las escuelas con tipografías sencillas y fluidas, mediante el aprendizaje de trazos y óvalos, la enseñanza del alfabeto y la repetición de modelos, dejando el arte de la caligrafía para expresiones más modernas como el lettering, el arte de dibujar letras, o el caligrafiti, una forma de arte que combina la estética del grafiti callejero con la belleza y la precisión de la caligrafía.