Este real decreto regula las características del nuevo curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva establecido en el artículo 134.1 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, creado por la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa.
En los procedimientos de selección de puestos directivos de centros docentes públicos se introduce el requisito de la realización de un curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva, cuyo objetivo es dotar al futuro director o directora de las capacidades necesarias para desempeñar su puesto con eficiencia y eficacia.
Las investigaciones de la última década sobre liderazgo y dirección subrayan de forma unánime la correlación entre el ejercicio de un liderazgo educativo y los resultados de éxito de los alumnos y en la consecución de los estándares de calidad en todos los contextos sociales.
La OCDE ha identificado cuatro puntos clave para la mejora del liderazgo escolar, entre los cuales se sitúa el desarrollo de competencias de liderazgo escolar efectivo, que implica el fomento de la formación inicial de los directivos escolares y la garantía de que la formación se ajusta a las necesidades de los centros y al contexto.
Los líderes escolares necesitan habilidades genéricas, pero también contextualizadas; por ello, los programas formativos han de recoger los contenidos, el diseño y los métodos que han demostrado ser más eficaces: entre estos se encuentra la coherencia curricular, una formación activa centrada en el estudiante, experiencia en contextos reales, tutorías, entrenamiento, aprendizaje entre iguales, redes de aprendizaje, o programas basados en la investigación.
El liderazgo educativo exige una serie de competencias específicas: requiere compromiso profesional, habilidad de motivar, capacidad de innovar e incentivar la gestión pedagógica y tener habilidades de comunicación. Los buenos líderes educativos desarrollan una visión estratégica de sus instituciones, actúan como modelos a imitar para los alumnos y profesores y son la clave para crear un entorno eficaz y atractivo que es propicio para el aprendizaje.
Para lograr un liderazgo educativo eficaz es necesario centrar los esfuerzos en mejorar la calidad de la enseñanza y el aprendizaje, profesionalizar, fortalecer y apoyar el papel de los líderes educativos, definir claramente los roles, adoptar un enfoque colaborativo, reconocer las fortalezas y competencias de los equipos, disponer de autonomía suficiente para asignar recursos, y explorar métodos de enseñanza innovadores y asumir las responsabilidades y compromisos que comporta el liderazgo.
El nuevo curso de formación inicial para puestos directivos no será requisito imprescindible para participar en concursos de méritos para selección de directores de centros públicos durante los años 2014 a 2018, si bien será tenido en cuenta como mérito del candidato que haya realizado el curso.