Fernando Gil CanteroSalto de línea Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Educación. Centro de Formación del Profesorado. Departamento de Teoría e Historia de la Educación. Madrid, España.
10.4438/1988-592X-RE-2013-360-220
El modelo de tratamiento de good lives de Tony Ward y de sus colaboradores propone una teoría reeducativa penitenciaria desde el marco legislativo, ético y antropológico de los derechos humanos. El objetivo de este artículo es presentar y analizar críticamente esta propuesta. El orden de exposición es el siguiente: Primero, se analiza cómo y por qué el modelo de intervención de Ward relaciona los derechos humanos con el tratamiento penitenciario. Veremos así que estos derechos ayudan a percibir las necesidades más humanas de los presos, a buscar estilos de vida adecuados –vinculados al cambio– y a favorecer ambientes penitenciarios más respetuosos y humanos con los presos. Segundo, se analiza cómo y por qué el modelo de tratamiento de good lives propone, de modo muy acertado, pasar de una visión terapéutica y rehabilitadora de los derechos humanos en general, al derecho específico a la educación, la enseñanza y la cultura. El derecho humano a la educación impulsa acciones y no solo políticas pasivas de protección. Tercero, se analizan con detalle algunas de las posibilidades educativas de los derechos humanos y del derecho a la educación en los contextos penitenciarios: la condición vulnerable del preso, las posibilidades del cambio personal, la perspectiva crítica de los derechos humanos frente a los derechos particulares de los presos y, por último, el horizonte reeducativo que la idea de la dignidad humana abre en el contexto del modelo de Ward.
Reeducación, prisiones, derechos humanos, derecho a la educación, modelo good lives, delincuentes.
The good lives model by Tony Ward and colleagues proposes a theory for prison re-education whose legislative, ethical and anthropological framework is human rights. This paper presents and critically analyzes the good lives proposal. The order of presentation is as follows. First, we look at how and why Ward’s model relates human rights with prison treatment, and we find that human rights help us see offenders’ most human needs, find better lifestyles linked to change and create more humane, respectful prison environments. Second, we look at how and why the good lives model of treatment wisely suggests moving from a therapeutic, rehabilitating outlook that encompasses human rights in general to an outlook focusing on the specific right to education, teaching and culture. The human right to education is a force for action and should not be confined to passive policies on protection. Third, we analyze in detail some of the educational possibilities involving human rights and the right to education in correctional settings: the vulnerability of offender, the possibility of personal change, the critical perspective of offenders’ human rights versus their individual rights and, lastly, the re-educational horizon that the idea of human dignity opens up in the context of Ward’s model.
Re-education, prisons, human rights, the right to education, the good lives model, offenders.