Teresa Susinos Rada Salto de línea Universidad de Cantabria. Facultad de Educación. Departamento de Educación. Santander, España.
Listening to share. Acknowledging students’ authority in the project for an inclusive school
In this article, as a follow-up to our previous research, we analyse how we can put forward inclusive education experiences based on students’ voices, and in particular the voice of those groups without a pedagogical say. The recent expansion in neighbouring countries of initiatives categorised under the heading of ‘student voice’ leads us to reflect on which of these could be deemed to be wholly inclusive, bearing in mind the fact that sometimes students’ voices are not an educational improvement tool, but rather an initiative that has been channelled and used within the neo-liberal discourse. This paper discusses how these experiences should lead to questioning the narratives that we have been using on childhood and youth, in order to provide a genuine recognition of the students as speakers with their own say on pedagogical issues. The risk of pigeon-holing students’ voices as if they were a homogeneous voice, and the need to practise methodologies that allow us to access silenced voices is pointed out. This is by no means a path without inherent difficulties, but it is without doubt one of the pillars of inclusive research. A reflection is also made on the need for experiences of students’ voices to be based on a dialogical model of participation, and to promote a different model of pedagogical authority. All these issues reveal an unusual insight into school problems, giving a lead role to the students as active subjects in school life, while offering a renewed vision of our practices,which will permit a joint construction by teachers and pupils of a more democratic education.
Inclusion in education, students’ voices, school improvement, student participation, democratic school, childhood narratives.
En este artículo, siguiendo el curso de nuestras investigaciones anteriores, analizamos cómo se pueden plantear experiencias de educación inclusiva que tomen como punto de partida la voz del alumnado y, de forma particular, la voz de aquellos colectivos sin voz pedagógica. La expansión reciente en países de nuestro entorno de iniciativas que se reúnen bajo el epígrafe de la voz del alumnado nos lleva a reflexionar sobre cuáles de ellas pueden ser consideradas netamente inclusivas, teniendo en cuenta que a veces la voz de los alumnos no es una herramienta de mejora educativa, sino más bien una iniciativa que ha sido canalizada y aprovechada dentro del discurso neoliberal. Se discute cómo estas experiencias han de provocar un cuestionamiento de las narrativas que venimos utilizando sobre la infancia y la juventud para que produzca un sincero reconocimiento de los estudiantes como interlocutores con palabra propia en las relaciones pedagógicas. Se advierte sobre el riesgo de esencializar la voz del alumnado como si fuera una voz homogénea y sobre la necesidad de ensayar metodologías que nos permitan acceder a las voces silenciadas, lo que sin estar exento de grandes dificultades, es sin duda uno de los pilares de la investigación inclusiva. Igualmente se reflexiona sobre la necesidad de que las experiencias de la voz del alumnado estén fundamentadas en un modelo dialógico de la participación y fomenten un modelo diferente de autoridad pedagógica. Todo ello nos ofrece una mirada inusual sobre los problemas escolares, dando protagonismo al alumnado como sujeto activo en la vida escolar y nos proporciona una visión renovada de nuestras prácticas que permitirá una construcción conjunta entre profesorado y alumnado de una educación más democrática.
Inclusión educativa, voz del alumnado, mejora escolar, participación del alumnado, escuelas democráticas, narrativas sobre la infancia.