Ramón Mínguez VallejosSalto de línea Universidad de Murcia. Facultad de Educación. Murcia, España.
10.4438/1988-592X-RE-2012-363-178
Este trabajo aborda la cuestión siempre pendiente de la tarea educativa de las familias en la sociedad actual. Esta tarea se justifica por la necesidad de establecer nuevos criterios y orientaciones educativas en función de los actuales acontecimientos que atraviesan la vida familiar. Después de una breve descripción sociológica de la realidad familiar en España, se establece que la familia es una comunidad ética de personas en cuyo seno se vive la hospitalidad como criterio para edificar la moralidad de la persona. La familia es el espacio social en que se hace efectiva la responsabilidad de los padres hacia el cuidado de sus hijos. Si las relaciones familiares son una praxis de la hospitalidad, entonces la vida familiar es espacio privilegiado para el aprendizaje de valores que se experimenta como cuidado responsable del otro. Así pues, los valores se aprenden en y desde la experiencia de la acogida, de la donación y del acompañamiento de los adultos como narración y testimonio ante niños y adolescentes. La experiencia de la acogida se convierte en cuidado responsable de los padres hacia sus hijos; el cuidado responsable es la actitud ética fundamental de los padres para que los hijos puedan aprender valores morales dentro de la vida familiar. De esa actitud se derivan cuatro criterios básicos: el tacto o sensibilidad pedagógica, la escucha atenta, el humor y la comunicación interpersonal. Se establece que el tacto es un modo adecuado para que padres e hijos establezcan relaciones. Junto al tacto, se indica que la escucha atenta es otro ingrediente importante de la educación en valores. El diálogo y el humor, por su parte, se convierten en elementos dinámicos de las relaciones interpersonales. Por último, la comunicación interpersonal se desenvuelve en relatos personales entre padres e hijos en la vida familiar.
Etica, familia, valor, responsabilidad, cuidado, experiencia, aprendizaje
This work approaches the ever-unresolved question about the families’ educative task in the current society. This task is justified by the need of establishing new criteria and educative orientations on the bases of the current events that family life is going through. After a brief description of the reality sociological family in Spain, it is laid down that family is an ethnic community of people where hospitality lives as a criterion to build the morality of the individual. The family is the social space where it is effectively the responsibility of parents caring for their children. If family relations are hospitality praxis, then family life is a privileged space for the teaching of value that is experienced by the other as a responsible citizen. Therefore, values are learned in and from host experience, donation as well as the accompaniment of the adults in the shape of narration and testimony of both children and teenagers. The experience of receiving care becomes responsible for the fathers to their children; the Responsible Care Ethic is the fundamental attitude that the children can learn moral values in family life. From this attitude are derived three basic criteria for relationships between family members can promote the learning of values. On the one hand, states that pedagogical thoughtfulness is an appropriate way establishing relationships between parents and children. Next to this tact, indicates that careful listening is another important ingredient of education in values, in which dialogue and humor become dynamic elements of interpersonal communication between parents and children in family life.
Ethics, family relationships, value judgment, parent responsibility, caring, experience, learning processes.