Carlos Marcelo García Salto de línea Universidad de Sevilla. Facultad de Ciencias de la Educación. Departamento de Didáctica y organización Educativa. Sevilla, España. Salto de línea
En España, la formación inicial del profesorado de secundaria ha sido un problema mal resuelto. Desde la creación del curso para la obtención del Certificado de Aptitud Pedagógica en los años setenta hasta el reciente Decreto de 29 de diciembre de 2007 por el que se regula el Máster de Educación Secundaria, han pasado más de tres décadas en las que el modelo de formación no ha cambiado. Las investigaciones, estudios, opiniones de los diferentes colectivos implicados han mostrado sistemáticamente un desacuerdo en relación con la forma de organizar y gestionar la formación inicial de los docentes de Educación Secundaria. Una formación secuencial por la que los candidatos a convertirse en docentes han de realizar estudios de Licenciatura (en el futuro de Grado) con una extensión de cinco años en algunas de las ramas del saber. Y con posterioridad, una formación psicopedagógica y práctica mínima y con escasas posibilidades de incidir de alguna forma en promover competencias pedagógicas adecuadas en los profesores de Educación Secundaria. El modelo que subyacía, y que desgraciadamente sigue existiendo, es que «para enseñar basta con saber la disciplina». Ha sido llamativa la reacción de ciertos sectores académicos en alguna universidad española, así como los artículos de opinión vertidos en diarios nacionales, en relación con el nuevo Máster de Educación Secundaria. De nuevo el argumento ha sido el mismo. ¿Para qué sirven los conocimientos psicopedagógicos? Para enseñar lo importante es dominar la disciplina que se enseña.En este artículo desarrollamos algunos argumentos que destacan la necesidad de abordar la formación inicial de los docentes no sólo desde los espacios formales, sino también desde las oportunidades de aprendizaje informal. El proceso de aprender a enseñar es complejo y requiere de múltiples y variadas oportunidades de aprendizaje en contextos flexibles que faciliten el desarrollo de una adecuada identidad profesional docente.
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Formality and informality in the learning-to-teach process
In Spain, pre-service training of Secondary School teachers has been a problem not yet solved. Since the implementation of the course to obtain the Pedagogical Attitude Certificate in the 70s to the recent Act of 29th December, 2007, which regulates the Master of Secondary Education, the Spanish training model has not changed at all. Research, studies and opinions of different groups involved have proved to be in disagreement with the organization and management of the pre-service training of Secondary School teachers. This type of training implies, first of all, following undergraduate studies (in the future called Grade) which in some cases last five years. Then, teachers to be have to follow a minimum psycho-pedagogical and practical training with little chances to acquire suitable pedagogical competences for Secondary School teaching. The underlying model, which unfortunately continues to exist, is based on the fact that «to teach is enough to know discipline issues». Reactions of certain academic sectors regarding the new Master of Secondary Education, as well as opinion articles published in national newspapers on this issue, have been quite striking. Once more, the argument has been the same: What is the psycho-pedagogical knowledge for? As regards the teaching practice, what is really important is the discipline taught. In this article, arguments highlighting the need to deal with pre-service teacher training not only from formal spheres, but also from informal learning opportunities are developed. The process of learning to teach is quite complex and requires multiple and varied opportunities for flexible learning contexts to facilitate the development of an appropriate teaching professional identity.
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