Francisco Javier MartínezSalto de línea Universidad de San Pablo CEU (Madrid).
Family breakup.
The quick modernization of Spanish society and the deep change in the social situation of women are creating a "niche" for family life which doesn´t correspond with the traditional one. The number of family breakups (separations and divorces) is increasing. Does it imply a real "crisis of the family"? Family, however, has a very "good press" in the Spanish public opinion. Moreover, in the colective imaginary it has acquired the dimensions of a "private Utopia" of happiness.Salto de línea So high expectations are not easy to be carried out in a first attempt (more or less lasting). Possibly it derives from there the increasing social recognition of marriage as a "fragile institution". But is still a social fact, no matter how much the couple relationship is considered as a private subject. And breakups have also social consequences, in the first place for children. Sociologically it seems non-viable to us the idea that in the future, in a pluralist society, this conception of marriage as a weak institution can disappear. In any case, it seems urgent to minimize the sufferings and damages that affect the children.Salto de línea We wonder if the Spanish society has given enough attention and resources to this matter: Isn´t there a certain "social loneliness" in broken families? Anglo-Saxon literature (but not only) has been studying for decades the different strategies with which they try to overcome the inevitable original crisis of children facing their parents´ separation. Maybe it´s time to dedicate more research attention, social resources and money to prevent at least the severe conflicts derived from some breakups as well as their repercussions over the healthy psyco-social development of children.
La rápida modernización de la sociedad española y el profundo cambio en la condición social de la mujer están creando un "nicho ecológico" para la vida familiar que ya no se corresponde con el de la familia tradicional. Crece el número de rupturas familiares (separaciones y divorcios). ¿Implica ello una verdadera "crisis de la familia"? Ésta, sin embargo, goza de una muy "buena prensa" en la opinión pública española. Más aún, ha adquirido en el imaginario colectivo las dimensiones de una "utopía privada" de felicidad.Salto de línea Tan altas expectativas no son fáciles de cumplirse en un primer ensayo (más o menos duradero). De ahí posiblemente la creciente legitimación social del matrimonio como una "institución frágil". Pero la familia, por mucho que la relación de pareja se considere como un asunto privado, no deja de ser un hecho social. Y su ruptura trae también consecuencias sociales: en primer lugar para los hijos. Sociológicamente nos parece inviable la idea de que en el futuro pueda, en una sociedad pluralista, desaparecer esta concepción del matrimonio como institución frágil. En cualquier caso, parece urgente minimizar el sufrimiento y los perjuicios que se deriven para los hijos.Salto de línea Nos preguntamos si en la sociedad española se ha concedido la suficiente atención y recursos a esta última cuestión. ¿No hay una cierta "soledad social" en las familias rotas?Salto de línea La literatura anglosajona (aunque no únicamente) lleva ya décadas estudiando las diferentes estrategias con las que tratar de superar la inevitable crisis inicial de los niños ante la separación de los padres. Tal vez sea el momento de dedicar más atención investigadora, recursos sociales y dinero para prevenir al menos las agudas conflictividades de ciertas rupturas así como sus repercusiones sobre el sano desarrollo psicosocial de los hijos.